lunes, febrero 29, 2016





Ella escapó de acá. Ya nada quedaba por conquistar en este pueblo cuadrado. Tuvo todas las tristezas que podía tener, río todas las alegrías posibles, probó el sabor de los amores vecinos, escuchó todos los comentarios absurdos e ignorantes, pero ya no más.


 Cuando el entorno le quedó chico, armó su valija. Cuando le quisieron raptar la libertad, dijo adios. Y cuando dijo adiós, sin darse cuenta, estaba diciendo hola.







jueves, febrero 18, 2016

 
Desfachatado e irreverente. Asi era Ariel cuando lo conocí aquella noche de copas. 

Poco pude contarle sobre como en tan solo unos meses mi vida había cobrado forma de espiral, dando vueltas y vueltas en descenso, cada vez más pequeñas para terminar invariablemente en lo penetrante de la nada misma. "No digas más, te miré y lo supe desde el primer momento" interrumpió, haciendome saber la importancia de los ojos: "Todo vive en las miradas"

Sin movernos de nuestra banqueta pero con los vasos un poco más vacíos me llevó a dar un paseo por lo inverso de su mundo. Me trasladó a un lugar donde el cielo se encontraba abajo, podías sentirlo, eras parte de él. Al final no era tan inalcanzable como me habían dicho. Conocí la tierra de los corazones victoriosos, las mentes derrotadas y las almas relucientes. Los paisajes adoptan otra forma si se los mira al revés, siempre existe otra alternativa. Las instrucciones no lo moldean a uno, sino que uno crea reglas a su manera, y entonces la vida se vuelve mucho más rica y variada, se reproducen los caminos y hay muchos más lugares a donde llegar.

Algo fundamental: en el mundo al revés se camina a contramano, y a la gente se le ven los ojos, no la espalda. Eso si, se avanza con el viento en contra, por lo que el trayecto se hace más pesado, pero puede uno sentir el viento pegándole en la cara y confirmar que se está más vivo que nunca.

Sin darme cuenta salté de mundo y allí me quedé con Ariel, explorandolo, viviéndolo. Pude ver como mi nuevo amigo experto en invertir ( y no precisamente dinero) había dado vuelta también mi espiral: ya no estaba en declive muriendo en el embudo de los días, había renacido desde la nada, ascendiendo en giros cada vez más inmensos,casi volando, casi bailando.



lunes, febrero 08, 2016




No concuerdo Guillermo. No estamos tan lejos.

¿Te acordás cuando venías todas las tardes a mi casa a tomar cerveza y desde el balcón espiábamos a la chica de en frente? Nos imaginábamos que pasaría cuando cerraba la puerta después de volver del supermercado. ¿Que hacía ahí adentro? ¿Como sería su casa, su escondite? Su hogar era una caja de pandora para nosotros. Nuestros pensamientos diseñaron cien casas distintas, y hoy no sabemos que fue de aquella piba, pero su casa terminó siendo la tuya porque el alquiler estaba barato, te la conoces de memoria e incluso somos vecinos.

Aquella oficina a la que fuiste dos veces en tu vida a hacer algún tramite que no terminabas de entender demasiado, de repente se convirtió en uno de los principales escenarios de tu vida. Entraste a trabajar ahí, pasas un tercio de tus días en esos escritorios y ahora estás del otro lado del mostrador, probablemente atendiendo a algún futuro compañero de trabajo sin saberlo.

Y ese perro callejero mugroso al que le dabas de comer cuando lo encontrabas en cualquier rincón de la ciudad, hoy nos mira desde la ventana de tu casa, está eufórico esperando que llegues y juegues un rato con él. te necesita tanto...

¿Esa chica que cruzabas en el ascensor a la que ni le prestabas atención porque andabas metido en tus cosas? ¿Te acordás? Esa con la que hablabas del tiempo en el trayecto del séptimo piso a la planta baja? El pronóstico era siempre el mismo: clima de incomodidad. No sabías nada de ella y pasaba completamente desapercibida, solamente querías llegar al cero, nunca fuiste muy sociable. Diez años después amanece todos los días en tu cama y se desvive por cuidar a tu hijo.

¿Sabés Guillermo? Andamos desperdigados por ahí, eligiendo caminos todos los días, algunos son eternamente paralelos, otros terminan cruzándose en cualquier esquina. No coincido con vos, el futuro no está tan lejos ni es tan misterioso. Está ahi, bien camuflado, todo desparramado en el presente aunque no lo veamos, preparado para sorprendernos en el momento menos esperado.



lunes, febrero 01, 2016



Oscuridad.
De cuando en cuando te escondes en mi.
De cuando en cuando me refugio en vos.
Nos mezclamos.
Nos amamos.
Nos odiamos.
Compartimos el frenesi y sus besos de licor
pariendo recuerdos suicidas.

Construimos noches infinitas
porque ocho horas de nocturnidad terminaron por quedarnos chicas.
Dormir es detenerse, y para detenerse ya está la muerte.
Levantamos las copas al sol recalcitrante y brindamos
Que bien se siente vencer al amanecer.
Porque en su derrota morimos viviendo.

Tragarse las estrellas, da resaca, lo sabemos.
Pero que delicia.
Lo mágico, lo apasionante, 
lo misterioso de las madrugadas
es que algunas cosas
solo pueden verse
en la más profunda oscuridad.




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