viernes, febrero 25, 2011







Por aquellos días si que el calendario estaba agitado y los hechos querían, impiadosos, apropiarse de ese mes. Germinaban guerras lejanas en el mundo, agonizaba algún que otro escritor, florecían revoluciones en algún rincón, mujeres se transformaban en reinas, nacían nuevos ríos de sangre y se seguían fabricando y vendiendo bombas.



Y aunque el mundo girara como tornado, no lo ibamos a permitir, no, ese febrero era nuestro...

domingo, febrero 20, 2011





La esquina es la unión de dos caminos. Y en una esquina él le vomitó su verdad.


La esperó y cuando ella se desocupó, él se ubicó estrategicamente en su camino. Ella quiso ignorarlo pero él le agarró el brazo. El aire era humo en esos días.


Apelando al sangriento acto de la confesión, él arrancó de su interior ese sentimiento aferrado a su corazón, al estilo garrapata, y entre valbuceos y confusiones se sacó ese peso de encima que cargaba hacía meses.


Ella nunca lo miró. El celeste de sus ojos se entremezclaba con lágrimas escondidas escribiendo su carta suicida. Fue cuestión de un par de minutos. Ella entró a su casa sollozando. Él se tomó el colectivo, y emprendía el regreso a su hogar mientras atardecía en la ventanilla y en su corazón.


La esquina es la unión de dos caminos, pero ese día no.