sábado, abril 19, 2014














No son ojeras.
Son amores extraviados.
Son amigos que ya no están.
Son resistencia, paciencia y entereza.

No son ojeras
son la sombra de mis ojos
talladas en mi rostro
tatuaje de aquellos lejanos días de sol.

No son ojeras
son arco iris
desorientados, decolorados
después de tanta lluvia caer.

No son ojeras
son el foso que protegió a mi mirada
de cada uno de los infiernos cotidianos
que han tocado quemar.

No son ojeras
es la vida recostada, descansando
agotada, añeja y satisfecha
bajo mis párpados.