Tragedia de efecto dominó,
una derrota empuja a la otra
Y el destino irreversible de la ficha última
es la rigidez solitaria del suelo.
No le hablen de egoismo
ni de daños colaterales
al daño colateral más evidente
de un mundo carnicero.
Ya no más colores
Ya no más regocijo.
El alma lijada, aprendió:
sin ganas no se gana.
Habitación lúgubre, oscuridad casi absoluta.
Una vela, un desenlace, un llanto, un alivio.
Absoluto derecho de propiedad privada:
él elige como romper sus días,
Hoy caer es al fin levantarse.
Y por excepción, se marcha victorioso
Pues no fue sorprendido por la muerte.
Ella fue sorprendida por él.
0 visiones:
Publicar un comentario