Hacer nada de algo. Pulverizar el dolor, molerlo hasta que desaparezca por completo. La botella vacía y rota, desesperanza por doquier. La soledad como compañia. La tristeza punk. Marearse y aturdirse en el espiral de la tristeza, perderse en la nada como un mínimo refugio.
Es la melodía que siempre suena cuando llega el dolor.
No quiero que termine nunca esta canción.