Euforia y distorsión. La luna es experta en agigantar mares, mareas y mareos. También problemas. Y la noche se vuelve más noche aun.
La busco entre la gente y no la encuentro. Siempre me molestaron las multitudes, y hoy todavía más. Hasta que la veo en un rincón, bañada en tristezas, rodeada de vasos desangrados. Intento hablarle pero hoy rechazaría hasta la más soñada de sus utopías, la negación es total. Empieza a escupirme remordimientos causas y consecuencias, y sucumbo antes sus improperios, siendo muy consciente dentro de mi inconsciencia de que los enojados dicen la verdad. Cada palabra suya era capaz de desatar el más voraz de los incendios. Quemaduras de segundo grado en mi cuerpo. La música sonando dejó de importar hace rato, al igual que la gente y los venenos.
Todo tiene un límite: sus lágrimas negras de rabia y maquillaje de repente brotaron de su mirada y fueron demasiado para mi. Siempre lo son. Se limpia el rostro con su mano, se levanta y se pierde entre el amontonamiento de personas a paso veloz, intentando disimularse. Yo también abandono el lugar, exactamente en la dirección opuesta a la que ella tomó.
Otra noche de corazones exagerados que termina de manera totalmente contraria a como debería.
1 visiones:
preguntale a la luna
http://www.youtube.com/watch?v=5iL0nQL7wB0
y con embajada preguntale a las estrellas
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