"En cada barrio, cada pueblo, cada esquina en la ciudad, hay un corazón partido que no para de sangrar..."
Un repiqueteo de pasos retumbando irrumpió mi lectura frente al río. Él bajó rápidamente la escalera pedregosa con el cuerpo rígido y el ceño fruncido. Diez segundos después ella hizo lo mismo pero moqueando y llorando, con la cara roja, persiguiéndolo, gritándole que la esperara. Quizás él ya se había cansado de esperar, esperar a que algo cambiara.
No la miraba. Ella intentaba abrazarlo como temiendo que se le escapara, que se fuera de esa plaza, de su vida, pero sus brazos no eran correspondidos. Él, apoyado en la baranda, buscaba consuelo en el río, en el verde del pasto. Los observaba fijos, mirando nada, como la nada misma que en ese momento le significaba ella, su historia de a dos. La nada que sabía que iba a encontrar, exactamente como la ultima vez que la había perdonado. "Vos no tenes cura" le dijo, y se quedó observando el agua. Lo mío era espiar la situación, refugiándome en mi libro, disimulando, leyendo algunas historias, mientras contemplaba otra al mismo tiempo, que rimaba con retazos de mi pasado.
Corrían los minutos y la escena era siempre distinta. Él solo, ella sola, los dos juntos, silencios, gritos, como si estuviesen resumiendo frente a mi toda su relación, y sin darse cuenta de que yo los miraba. Al mismo tiempo llegaba a la agridulce conclusión de que los amores, en las plazas nacen y en ellas terminan muriendo. Y yo no tenía nada que hacer en ese funeral.
El libro se cerró y me retiré respirando desamor. Los dejé atrás hablando, quizás intentando recomponer lo destartalado, quizás derrumbándolo del todo, en otro apocalipsis del amor en la ciudad...
2 visiones:
hay una pic que me gusta que dice
si no es con zombies no es apocalipsis
jajaja
buen finde camarada
men me termine de ver la de Perfect Sense y dije carajo como la entrada de mi compita
ojala la puedas mirar
suerte!
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