lunes, marzo 21, 2016



Una bolsa de basura negra.

Llena de sueños, de aventuras, de pensamientos nocturnos. Los recuerdos, las experiencias. La voz que calla y que cuenta que todo ser es maravillosamente único. Canciones, libros, abrazos dados y por dar. Restos. La quietud inexplicable. Abren la bolsa. Que injusto terminar asi.

Una bolsa de basura negra.

¿Recordas todo lo que luchaste para conseguir ese objetivo que te desvelaba? Y lo conseguiste. El esfuerzo fue sobrehumano, fueron muchos años de sudor y rabias, ¿pero quien era capaz de atreverse a robarte la sonrisa interplanetaria que tenias el dia en el que lo lograste? E inmediatamente fuiste por más, te propusiste otra meta aunque quedara a kilometros de mundo. Y caminando, crecías.

¿Podés oirme?

Una bolsa de basura negra.

Con eso llegaron en sus manos a la luz roja de las sirenas. No estaban apurados, ya no había mucho por hacer. Dios, su proceder impávido: me asombra la capacidad de acostumbrarse frente a semejante hecho. Me asustan aquellas personas que se vuelven inmoviles con el tiempo. ¿Por que se vuelven asi?. Se secan.

¿De que tamaño es el futuro? ¿Cuanto mide un alma? ¿Como carajo se las ingenia este mundo hijo de puta para hacer caber a toda una persona en una mísera, estúpida y ordinaria bolsa de basura negra?