miércoles, mayo 26, 2010


Te prometo un lugar solo para mi y para vos.


Un lugar para ir los domingos y alejarnos del ruido, la masa y el cemento. Solo nos abrazará la calidez del silencio...


No habrá relojes para no estar atados a horarios que nos limiten, y eliminaremos cualquier tipo de calendario para echar raices en lo hermoso de este presente. Sin memorias que nos raspen el alma, ni futuros que nos prometan la seguridad de la incertidumbre. Tiempos y lugares se desvanecerán en lo abstracto de este sentimiento.


El celeste del cielo se fusionará con el verde del cesped y sonará una melodía a cargo de una majestuosa orquesta aviar. Recostados en la hierba, bajo la sombra de ese único y frondoso árbol, protagonista absoluto e imponente de la escenografía perfecta.


Estaremos rodeados de naturaleza, y llenos de ella. Y seremos naturales, al compás de nuestros cuerpos desnudos chocando contra el viento. Respiraremos libertad.


La ciudad y sus problemas quedarán atrás. Cuando lo cotidiano ataque, cuando la realidad amenace , cuando la soledad se transforme en tu verdugo predilecto, dame tu mano, que prometo llevarte a ese lugar que no se muy bien donde queda, pero que estoy seguro de que existe. Lo se. Nuestro edén existe.

1 visiones:

Ceci Fernandez dijo...

Que hermoso, pichi.
Me encantó.

Saludos =)